Este post está dirigido a aquellas personas que en pareja o individualmente tienen en proyecto someterse, por las razones que sean, a tratamiento de reproducción asistida.
Ante la situación de desescalada en la que nos encontramos, se retoman los tratamientos de reproducción asistida, por ello es importante prepararnos para ello y planificar cómo va a ser nuestra vuelta a la Unidad de reproducción (pública o privada).
Es probable que en algún momento sintamos que el ánimo nos falla y que nos invade la incertidumbre y la intranquilidad por cómo vamos a afrontar el tratamiento en estas circunstancias especiales, si el estar embarazada supone una mayor vulnerabilidad para contagiarse con el virus y si, en ese caso, se lo puedo transmitir al bebé; también, de estar contagiada mi pareja, cómo actuar de la mejor manera. Por lo que es conveniente que antes de tener la primera visita tras el confinamiento contactes telefónicamente con la Unidad para que te den las indicaciones pertinentes sobre tu propia protección y sobre cómo va a desarrollarse tu visita. Incluso, es posible que contactes con tu especialista antes de tu encuentro presencial. De esta forma, te informará sobre algunas cuestiones y te sentirás más seguro/a.
Y si, además de los miedos expuestos, tienes sensación de peligro inminente, no puedes dejar de pensar en el covid-19 y en el posible riesgo a contraerlo cuando sales a la calle, has dejado de interesarte por otras cuestiones que no tienen que ver con la pandemia y presentas problemas de sueño, puedes seguir algunas recomendaciones que a continuación te voy a exponer para rebajar tu nivel de estrés y afrontar en mejores condiciones tu tratamiento de reproducción.
Te recomiendo
- Identificar los pensamientos negativos que te provocan inquietud. Cuestiónalos, valora la probabilidad que existe de que lo que piensas se puede hacer realidad y desmonta tu autocharla, elaborando un discurso más realista y esperanzador para que tu respuesta emocional sea otra más adaptativa. Te pueden ayudar mensajes de tipo: “Me siento algo tenso/a … es natural”, “Voy a respirar lentamente para sentirme más tranquilo/a”, “Soy capaz de relajarme”, etc.
- Aceptar tus emociones, quizás sean de lo más normales ante esta situación atípica en la que nos encontramos. Compártelas, te ayudará saber que no eres la única persona que las manifiesta.
- Practicar relajación y/o alguna actividad placentera que te ayude a rebajar tu tensión física y mental.
Si no te ves capaz de hacerlo solo/a, busca ayuda profesional, contacta conmigo, puedes consultarme para acompañarte en este momento en el que tu proyecto de construir una familia no quede eclipsado por las circunstancias actuales y por tus temores, muy legítimos, por cierto.
Mucho ánimo.
Marisol Ródenas
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