A la hora de preparar la prueba EBAU tan importante es cuidar los aspectos académicos como los emocionales para afrontar con garantías este reto.
En este tiempo de confinamiento e incertidumbre por el COVID19, donde tus rutinas y hábitos se han visto alterados, no es difícil observar que tu rendimiento académico/intelectual ha podido empeorar y tu nivel de concentración no es el mismo que hace unos meses.
Ahora que estás en la fase de desescalada es un buen momento para salir a airearte y desconectar mentalmente en la medida que te sea posible, ya que te ayudará a rendir mejor, sobre todo si estás preparando algún tipo de examen como puede ser la EBAU (Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad).
¿Cómo puedes cuidarte emocionalmente de cara al examen?
Es probable que en algún momento sientas que el ánimo te falla y que te invade la angustia por cómo vas a afrontar tu examen, incluso que un día estés convencido/a de que puedes hacerlo y otro te sientas incapaz de presentarte. Estos sentimientos y emociones son normales en estas circunstancias especiales por lo que, en estas fechas próximas al examen, los esquemas, resúmenes y repasos son cruciales para tu fase última de preparación y también cuidar otros aspectos, como tus condiciones físicas y psíquicas (descanso, alimentación, autoconfianza, control de la ansiedad, etc.).
Dominar tus pensamientos negativos antes y durante el examen te puede servir para llevar a cabo unos repasos eficientes y una ejecución óptima del propio examen. Cuestiónatelos, valora la probabilidad que existe de que lo que piensas se puede hacer realidad y desmonta tu autocharla elaborando un discurso más realista y esperanzador que te empuje a convencerte de que lo vas a conseguir, por ejemplo, “Lo he trabajado y va a salir bien”.
Centrarte en “el aquí y el ahora” y decirte algo como “Voy a hacer todo lo que esté en mi mano” puede ser una excelente estrategia para controlar los pensamientos negativos que giran en torno al examen y que entorpecen su buena ejecución.
Rebajar tu nivel de ansiedad en los días previos y en el mismo examen. Nadie puede hacer un buen examen si está muy relajado, por lo que sentirse preocupado, sin que esa preocupación te haga perder el control, es normal y puede servir para optimizar tu rendimiento.
Para rebajar tu tensión física y mental es recomendable mantener tus rutinas saludables de descanso, alimentación e higiene personal y practicar algo de relajación, como puede ser con ejercicios de respiración profunda y/o con música relajante, unos minutos antes de los repasos y a la hora de dormir, que te permitirá conciliar mejor el sueño en estos días que te cuesta más. Y decirte frases como “Me siento algo tens/a… es normal”, “Voy a respirar lentamente para sentirme más tranquilo/a”, “Soy capaz de relajarme”, etc. te pueden ser útiles si se eleva tu ansiedad durante el examen.
Y no olvides hacer descansos, tan importantes y a veces no valorados ante la presión del examen. No te excedas en los mismos y aprovéchalos para tomar algo y airear el lugar de estudio.
Mucho ánimo.
Marisol Ródenas
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